El valor de la Compasión
Es ponerse en el lugar del otro para ayudarlo en lo que necesite. El mundo violento y materialista en el que vivimos nos ha ido apagando la capacidad de sentir compasión. Tristemente, nuestra sociedad ha ido alejándose de la conmiseración. La compasión nos mueve en favor de los necesitados, no se debe merecer, solo se siente y nos mueve a acciones desinteresadas en pro de los que están en situaciones menos favorables que la nuestra.
“Dios bendice a los que son compasivos, pues él será compasivo con ellos.”
— Mateo 5:7 (TLA)
“Si ustedes perdonan a otros el mal que les han hecho, Dios, su Padre que está en el cielo, los perdonará a ustedes. Pero si ustedes no perdonan a los demás, tampoco su Padre los perdonará a ustedes.”
— Mateo 6:14-15 (TLA)
“Si son muy duros para juzgar a otras personas, Dios será igualmente duro con ustedes. Él los tratará como ustedes traten a los demás.”
— Mateo 7:2 (TLA)
“Dejen de estar tristes y enojados. No griten ni insulten a los demás. Dejen de hacer el mal. Por el contrario, sean buenos y compasivos los unos con los otros, y perdónense, así como Dios los perdonó a ustedes por medio de Cristo.”
— Efesios 4:31-32 (TLA)
“Sean tolerantes los unos con los otros, y si alguien tiene alguna queja contra otro, perdónense, así como el Señor los ha perdonado a ustedes. Y sobre todo, ámense unos a otros, porque el amor es el mejor lazo de unión.”
— Colosenses 3:13-14 (TLA)
Jesús nos mostró siempre el valor de la compasión en todos los actos de su vida…
“Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: Siento compasión de toda esta gente. Ya han estado conmigo tres días, y no tienen comida. No quiero que se vayan sin comer, pues podrían desmayarse en el camino.”
— Mateo 15:32 (TLA)
“Y al ver la gran cantidad de gente que lo seguía, Jesús sintió mucha compasión, porque vio que era gente confundida, que no tenía quien la defendiera. ¡Parecían un rebaño de ovejas sin pastor!”
— Mateo 9:36 (TLA)