El valor de la Justicia
Más que dar a cada uno lo que corresponde, la justicia es sinónimo de verdad, de juicio, pero no judicial, sino de conciencia, de templanza y madurez. La justicia no solo depende del cúmulo de leyes que puedan intentar regir en una sociedad; la verdadera justicia reside en la madurez y templanza de los ciudadanos velando en la rectitud de cada una de sus acciones.
“Dios bendice a los que desean la justicia, pues él les cumplirá su deseo.”
— Mateo 5:6 (TLA)
“Mis queridos hermanos, pongan atención a esto que les voy a decir: todos deben estar siempre dispuestos a escuchar a los demás, pero no dispuestos a enojarse y hablar mucho. Porque la gente violenta no puede hacer lo que Dios quiere. Por eso, dejen de hacer lo malo, pues ya hay mucha maldad en el mundo. Hacer lo malo es como andar vestido con ropa sucia. Más bien, reciban con humildad el mensaje que Dios les ha dado. Ese mensaje tiene poder para salvarlos.”
— Santiago 1:19-21 (TLA)
“Dios bendice a los que son maltratados por practicar la justicia, pues ellos forman parte de su reino.”
— Mateo 5:10 (TLA)
“No se conviertan en jueces de los demás, y así Dios no los juzgará a ustedes. Si son muy duros para juzgar a otras personas, Dios será igualmente duro con ustedes. Él los tratará como ustedes traten a los demás.”
— Mateo 7:1-2 (TLA)
“Finalmente, hermanos, piensen en todo lo que es verdadero, en todo lo que merece respeto, en todo lo que es justo y bueno; piensen en todo lo que se reconoce como una virtud, y en todo lo que es agradable y merece ser alabado.”
— Filipenses 4:8 (TLA)
“No te dejes llevar por las tentaciones propias de tu edad. Tú eres joven, así que aléjate de esas cosas y dedícate a hacer el bien. Busca la justicia, el amor y la paz.”
— 2 Timoteo 2:22 (TLA)
“Yo, el único Dios, amo la justicia, pero odio el robo y el crimen. Por eso les daré una gran recompensa y haré con ustedes un pacto que nunca tendrá fin.”
— Isaías 61:8 (TLA)
“Cuando se trate de comprar y de vender, no hagan trampa sino usen pesas y medidas exactas. Así vivirán muchos años en el país que Dios les dará. Dios odia a los que no son justos y hacen trampa al pesar y al medir.”
— Deuteronomio 25:13-16 (TLA)
“La justicia es el orgullo de una nación; el pecado es su vergüenza.”
— Proverbios 14:34 (DHH)
“La justicia endereza el camino del justo, pero el malvado cae por su propia maldad. La justicia libera a los hombres rectos, pero la codicia aprisiona a los traidores.”
— Proverbios 11: 5-6 (TLA)
“Ir tras la justicia conduce a la vida, pero ir tras la maldad conduce a la muerte. La justicia da vida, la violencia la quita.”
— Proverbios 11:19 y 30 (DHH)
“La justicia producirá paz, tranquilidad y confianza para siempre.”
— Isaías 32:17 (DHH)
“No mientan ni den informes falsos que ayuden al malvado a engañar a los jueces. No hagan lo malo, sólo porque la mayoría de la gente lo hace. Si en un pleito legal hacen declaraciones ante un jurado, no digan mentiras como la mayoría de la gente. Digan la verdad. Pero tampoco mientan para ayudar a un pobre en un juicio sólo por ser pobre. Si tienen que resolver algún asunto legal, no sean injustos con los pobres. No acusen a una persona diciendo mentiras, ni condenen a muerte a la gente inocente y honesta, porque yo no consideraré inocente al culpable. No acepten dinero de nadie que les pida hacer algo injusto. Esa clase de dinero hace que la gente pierda su honradez, y que los jueces condenen al inocente.”
— Éxodo 23:1-3 y 6-8 (TLA)
“No roben. No mientan. No se engañen unos a otros, ni usen mi nombre para prometer algo que no van a cumplir. Yo soy el Dios de Israel. No maltraten a su prójimo, ni le quiten lo que le pertenece. No dejen de pagarle a sus trabajadores al final de cada día.”
— Levítico 19:11-13 (TLA)
“No seas injusto en el juicio. No favorezcas al pobre ni complazcas al poderoso. Trata a tu prójimo con justicia.”
— Levítico 19:15 (RVC)
“Busca la justicia y el amor, y encontrarás vida, justicia y riquezas.”
— Proverbios 21:21 (TLA)
“Dios ama la justicia y jamás abandonará a su pueblo. ¡Siempre lo protegerá! Los suyos vivirán para siempre en la tierra prometida, pero los malvados y sus hijos serán destruidos por completo.”
— Salmo 37:28 (TLA)